Cuando hace frío se tiende a buscar alimentos más calóricos que nos permitan entrar en calor y calmar el apetito. En este contexto, la directora Sénior, Educación y Capacitación Mundial en Nutrición de Herbalife Nutrition, Susan Bowerman, nos entrega algunos trucos que nos pueden ayudar a controlar el hambre de manera natural.
En estos días fríos de invierno, es importante saber distinguir entre el hambre relacionado con el estrés o las emociones y el verdadero hambre. Si lo que te impulsa a comer es lo primero, o si sientes la necesidad de probar algo simplemente porque tiene buen aspecto o aroma, es probable que no estés realmente hambriento. Por lo contrario el verdadero hambre con gruñidos en el estómago, energía baja o irritabilidad, significa que tu cuerpo necesita combustible.
En este contexto, la directora Senior, Educación y Capacitación Mundial en Nutrición de Herbalife Nutrition, Susan Bowerman, nos entrega algunos trucos que nos pueden ayudar a controlar el hambre de manera natural.
1. Usa proteína para calmar el hambre
La proteína satisface el hambre mejor que los carbohidratos o las grasas, así que trata de incluir un poco de proteína magra en cada comida y bocadillo. De hecho, la magia de la proteína no solo actúa sobre tu tracto digestivo, sino que también afecta tu química cerebral, ayudándote a sentirte satisfecho y con agudeza mental.
2. Come alimentos altos en agua y fibra para saciarte
El agua y la fibra no tienen calorías. Pero los alimentos altos en agua y fibra son “voluminosos” y ocupan más espacio en el estómago, por lo que te ayudan a sentir saciedad. La mayoría de las verduras (excepto las que tienen almidón, como las papas, el choclo y las arvejas) tienen muy pocas calorías por porción ya que contienen mucha agua y fibra. Las frutas de agua como los melones y la piña, y las frutas con alto contenido de fibra, como las bayas o berries, también pueden ayudarte a sentir saciedad con un contenido relativamente bajo de calorías.
3. El ejercicio puede ayudarte
Una sesión de ejercicio puede suprimir las hormonas del hambre, lo cual puede reducir el apetito. Pero para mantenerse activo, tu cuerpo necesita contar con la energía adecuada. A veces, en su intento por perder peso, las personas reducen demasiado las calorías y no cuentan con energía suficiente para ejercitarse. Entonces, el proceso tiene el efecto contrario. “Las personas me dicen frecuentemente que sienten como si el ejercicio les diera hambre, haciéndolas comer más. Pero esto pasa a menudo porque no se alimentan adecuadamente antes y después del entrenamiento”.
4. Beber líquidos te ayuda a sentir menos hambre
Toma líquidos con tus comidas puede ayudarte a sentir más saciedad. Además, algunas personas confunden la sed con el hambre; entonces, aunque sus cuerpos necesitan líquidos, terminan por comer. Si te mantienes hidratado, es menos probable que eso ocurra.
5. Las comidas pequeñas y frecuentes pueden ayudarte a reducir el apetito
Cuando comes porciones pequeñas cada cierta hora, ayudas a estabilizar tus niveles de azúcar en la sangre a lo largo del día. Esto es importante, ya que cuando el azúcar en la sangre desciende, surgen los picos de hambre. “Aunque creas que una pequeña cantidad de comida no será suficiente para sostenerte, saber que volverás a comer en unas cuantas horas suele hacer que manejar tu hambre sea más fácil”, asegura Susan Bowerman.
Opmerkingen